jueves, 21 de agosto de 2014

Epoca Colonial

Los metales preciosos fueron considerados como raíces fundamentales de la riqueza. Si no los hubiese poseído en abundancia, el descubrimiento del Nuevo Mundo no hubiera entusiasmado tanto a los pueblos del Viejo Continente. Tras los metales preciosos vinieron los españoles a México y en su obtención puso luego la Colonia sus mayores esperanzas, las cuales fueron colmadas por la extraordinaria riqueza de sus minas argentíferas. Lograse la opulencia, pero con supeditación a un manantial inestable y corruptor. Las consecuencias de ello han sido padecidas por el país durante largo tiempo.









Consumada la conquista, los españoles concentraron sus esfuerzos en la extracción del oro. Utilizando consigo esclavos e indios de encomienda como mano de obra, explotaron los placeres acuíferos conocidos por los naturales. Pero no parece que hayan sido muy abundantes los frutos de esta primera explotacion, pero gracias a ella dispusieron de un medio de cambio que permitió iniciar tratos mercantiles con la Metrópoli y adquirir ganados, semillas.  aprovechamiento de la tierra como la asi la creación de los primeros centros comerciales regionales en donde se vendía y cambiaban productos de la corona.






Montada en esa riqueza comenzó a marchar la economía novohispana, pues el oro como la plata atrajo a quienes lo buscaban indirectamente, es decir, a los comerciantes, los agricultores y los artesanos. El período de explotación duró hasta los años iniciales de la cuarta década del siglo XVI, cuando comenzaron a beneficiarse las primeras minas de plata descubiertas en Taxco, Zacualpan. Sultepec y Temascaltepec que ya en 1532 daban buenos rendimientos. Pequeños hallazgos posteriores en diversas regiones de la Nueva España incrementaron la producción argentífera, hasta que al norte, Zacatecas y Guanajuato reveló sus inmensas posibilidades.

















Tras esto se desarrolló lo que se llamaría La "fiebre de la plata" surgió, y ya no la extinguiría nada ni nadie; en grado más o menos alto, según lo cercano o distante que se estuviera del sitio de un descubrimiento sensacional, la padecería la Colonia hasta sus últimos días.






La minería colonial estuvo plenamente consolidada al terminar el siglo XVI. Se caracterizó por la dispersión de sus focos. Los principales se hallaron en las provincias norteñas, incrustados en sierras frías y formando constelaciones de diversa extensión en tomo a tres astros mayores: Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí. Aplicado a la mayoría de los minerales, para ese entonces estaba muy extendido el sistema de la "amalgamación" en frío, llamado también "procedimiento de patio", que introdujo Bartolomé de Medina en 1557 y que en el beneficio de la plata daba mayor rendimiento que el sistema de fundición.








La minería formó un organismo muy peculiar regido por normas especiales. Su célula básica fue el Real de Minas, o sea, el centro urbano en torno al cual se congregaban varias explotaciones más o menos próximas. Agrupados o individualmente según su importancia, los Reales de Minas formaron distritos en los que había una diputación de minería, que tenía como principales cometidos la defensa de los intereses de los mineros y la aplicación de las ordenanzas propias de su industria.
























La minería produjo incalculables beneficios a la Colonia, a la Metrópoli y a Europa. Los vestigios de lo que reportó a la Colonia están aún a la vista: la infinidad de lujosos palacios y espléndidos templos, los primorosos muebles traídos de Europa y de China, y tantas otras manifestaciones de prosperidad como las enormes haciendas ganaderas y agrícolas. Sin embargo, este halagüeño cuadro sólo muestra el lado bueno de la medalla, el cuerno de la abundancia, y recata el lado malo, las lacras que la minería produjo.El aventurismo y la especulación de la peor. índole fue una de ellas, pues en la minería casi todo estaba sujeto al factor suerte y constituía un verdadero azar. La perdición física y moral de los obreros fue otra, quizá la peor, de esas lacras; la minería los agotaba pronto y los dejaba desamparados, cuando tullidos o enfermos no podían ya trabajar, y en los reales mineros anidaba el vicio más rastrero y se refugiaban los maleantes de toda laya. Los dos aspectos de la abundancia de la plata, el bueno y el malo, quedan así colocados uno al lado del otro para su confrontación.





                                                                                                                                               











1 comentario:

  1. MUY INTERESANTE LA VERDAD ES MUY APRENDITIVO Y EDUCADOR Y AVANZAR TODO TUBO UN CAMBIO Y TUBO AL FINAL UN BUEN VENEFICIO PEERO NO PARA MUCHOS PS LA VERDAD ESTO SI PASO Y NOSE OLVIDARADA 🌹🌹 YA ES ´PARTE DELA HISTORIA DE MEXICO

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